Sinopsis:

Diana es una chica de diecisiete años que sufrió en un accidente trágico en un hospital. Ella y sus tres amigos, Johana, Lucas y Melina ingresaron al hospital por intoxicación de misteriosas drogas que ingirieron accidentalmente en una fiesta. El hospital poco después estuvo envuelto en llamas y todos murieron... excepto ella.

La tortura de no poder haber ayudado a nadie en ese accidente la atormenta en todos lados, incluyendo sus amigos; le hablan, le dicen cosas que nunca pudieron decirle. Pero nadie sabe si es sólo su imaginación. Nadie sabe si está loca o sólo es el trauma del horripilante accidente.

Hasta que conoce a dos tiernas personas; Cole y Charlie, que le cambiarán el rumbo de su vida.

¿Podrá Diana recuperarse y superar el trauma que tanto la atormenta?

***

Mi mundo daba vueltas. Estaba mareada, confundida. Perdida en mi asquerosa realidad. Mi propia realidad creada por mi cabeza, mis pensamientos, mi trauma. Las sombras me seguían, me hablaban, me hacían recordar cada miserable segundo lo asquerosa y horrible persona que era. Lo que había hecho aquel día, me acompañaría hasta el último aliento de mi vida. Nadie veía las sombras, sólo yo. Y miraba el cielo… el cielo cielo cielo. El cielo estaba oscuro, nublado, con una tormenta inmensa, cubriendo todo ese cielo de azul intenso. El sol no estaba, no, no estaba. Buscaba, el sol no se encontraba por ningún lado. No quería ver el sol tampoco. Nadie me daba una razón para verla. No. No. Y en el desierto, mi propio desierto, me ahogaba, en la lluvia, en la tierra, en la tormenta. Mi propia tormenta. Y es ahí… cuando aparece esa solución. Esa pequeña luz en el cielo. La gaviota vuela y gira por arriba de mi cabeza. El agua se va… se va… trata de irse, aunque no quiere. Pero me deja respirar, me deja vivir. Me muestra la luz. El sol… Estoy entre sus brazos.

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